Lun 02 de May del 2016
Los 115 ayuntamientos que aplican el impuesto de plusvalía ingresaron en 2014 casi 34 millones, un 15% más que en el año anterior -Tras esta evolución hay una mejor gestión y el aumento de las transmisiones de segunda mano
Es el gran desconocido por los contribuyentes, pero está presente en cada venta de un inmueble en suelo urbano. Es el llamado Impuesto sobre el Incremento del Valor de los Terrenos de Naturaleza Urbana, que obliga a los propietarios que realicen una transacción, logren o no ganancia económica alguna, a pagar al ayuntamiento por esa venta, permuta, donación o herencia. Pese al estallido de la crisis del ladrillo -parejo a la recesión económica-, que ha hecho caer en picado la operaciones de compraventa de viviendas, locales comerciales o solares y ha provocado un desplome de los precios, las arcas municipales no han hecho más que engordar año tras año los ingresos por este tributo municipal. Hasta 33,86 millones recaudaron los ayuntamientos gallegos en 2014 por el conocido como impuesto de plusvalías, según los últimos datos disponibles del Ministerio de Hacienda. Una recaudación que supone un 25% más que en plena burbuja inmobiliaria y casi un 15% más que el ejercicio anterior, pese a que la venta de viviendas en 2014 en Galicia continuó su tendencia a la baja y se contrajo un 5% en la comunidad autónoma.