Vie 05 de Ago del 2016
5 de agosto de 2016. Las compras se concentran en pisos usados, mientras se va reduciendo el «stock» de nuevos
«Estabilización», «normalización paulatina» y «recuperación incipiente» son los términos más repetidos por los expertos y por el propio sector inmobiliario para describir la vuelta a la vida del mercado de la vivienda. Optimismo, pero contenido, porque aún está demasiado reciente en la memoria el traumático estallido de una burbuja a la que no quieren volver. Pero los últimos datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística confirman que el sector se despereza, como respaldan las compraventas de vivienda contabilizadas en el primer semestre del año, 7.131 en Galicia, o lo que es lo mismo, una media de 40 ventas por día. Es la cifra más elevada desde hace un lustro, cuando estaba en 65. El aumento de las ventas ha provocado que en muchos ayuntamientos se haya reducido el stock de viviendas que llevaban tiempo sin encontrar salida. Un dato: en el primer trimestre del año ha bajado de 87 a 63 el número de ayuntamientos que no han logrado vender ningún inmueble.
Solo en junio, en la comunidad se vendieron 1.227 pisos, lo que se traduce en un incremento de casi el 15 % respecto al mismo mes del año anterior. El repunte gallego, sin embargo, aún se queda por debajo de la subida media registrada en el país en el mismo mes, con 36.856 transacciones y un incremento del 19,4 %, la tasa más alta registrada desde principios del 2013.
¿Qué está tirando del mercado? Los expertos coinciden en señalar la confluencia de varios factores, entre los que destacan no solo que vuelva a haber crédito, sino también en condiciones más ventajosas, por los bajos tipos. A ello se suma el ajuste de los precios en los últimos años y la mejora de la situación económica, que activan la demanda.
«Al cierre del 2015, nuestras perspectivas para este año ya eran positivas, porque constatábamos a pie de calle el movimiento que había», explica Benito Iglesias, presidente de la Federación Gallega de Empresas Inmobiliarias (Fegein). Con él coincide el delegado territorial en Galicia de la Asociación Profesional de Expertos Inmobiliarios (APEI) y director gerente de Inmobiliaria Futura, Javier López Jato, para quien «el mercado vuelve a coger fuerza otra vez», por lo que espera «un año de bonanza, con crecimiento de la actividad, aunque sin volver a la locura que era durante el bum».
Casi sin pisos nuevos
También coinciden en lo que respecta a que las transacciones se concentran en la vivienda usada. Y es que en junio la adquisición de pisos de segunda mano en la comunidad concentró el 72 % del total y creció un 50 % respecto al año anterior, mientras que la obra nueva retrocedió un 20 %, lo que tanto Iglesias como López Jato explican por la reducción del stock de vivienda nueva.
«Ya prácticamente no queda vivienda nueva, porque en los últimos años no se ha construido, algo que habría que comenzar a hacer nuevamente», señala López Jato, mientras que Iglesias matiza que «además, la reserva que queda se concentra en su mayor parte en zona de costa, ya que se concibió para segunda residencia, mientras que en las grandes ciudades hay poca obra nueva, y la que hay o tiene un precio excesivo o no se vende por su mala ubicación». Desde la Asociación Provincial de Promotores Inmobiliarios de A Coruña (Aproinco), su secretario general, Juan José Yáñez, lo confirma. «El problema del stock que queda es que es segunda residencia y en mala ubicación, alejado de las grandes ciudades, que es donde se concentra la demanda de primera residencia», dice.
Apostilla que básicamente son proyectos sin terminar, «un mix que lo hace invendible, ni siquiera tirando precios». Aunque Yáñez admite que están notando que «habría cierta demanda para el inicio de nuevas promociones y que se está empezando a recalentar el terreno cuando está bien ubicado», se muestra muy cauto sobre volver a construir y aduce dificultades burocráticas y modificaciones de criterio en la concesión de licencias motivadas por los cambios en los gobiernos municipales.
Junto con el crédito, el otro factor determinante en la reactivación de la demanda es el precio. Y después del durísimo ajuste sufrido desde el estallido de la burbuja -según el informe semestral de Fegein, en Galicia se hundieron más del 27 % desde los máximos del 2007- han vuelto a la senda ascendente. El índice que ayer publicó Tinsa, una de las principales tasadoras del país, muestra que en julio el precio de la vivienda aumentó un 0,3 %, mientras que en el acumulado del año ha repuntado un 1,6 % frente al recorte que experimentó en el mismo período del año anterior. El índice acumula un descenso del 41,3 %desde los máximos registrados en el 2007.
«Aunque el aumento de precio se ha moderado en julio, se mantiene la senda de estabilización iniciada hace dos años», señala desde Tinsa Susana de la Riva, que insiste en que «la situación en España es muy heterogénea».
«Aún hay zonas del país donde los precios siguen cayendo (zona cantábrica, Navarra, Castilla y León o el interior de Andalucía), porque el ajuste no ha concluido por factores diversos, aunque sea más suave, frente a otras como Madrid, Barcelona o las áreas con mayor demanda extranjera, como la Costa del Sol o las islas, en las que los precios suben claramente. Pero en conjunto, hablamos de estabilización».
Un alza del 5 % este año
La previsión de Tinsa es que los precios suban de media en España este año hasta un 5 %, cálculo en el que coincide el último informe semestral de Bankinter sobre el mercado inmobiliario, que señala un repunte en los próximos 18 meses de entre el 3 y el 5 %.