Mie 07 de Sep del 2016
Las nuevas tendencias decorativas apuestan por viviendas donde todos los elementos quedan a la vista
Sin tener necesariamente una casa de revista y contar con un presupuesto indecente, uno puede ajustar la decoración de su casa a las tendencias que llegan en otoño y que se quedarán al año que viene. Un decorador puede cobrar unos 32 euros por hora de trabajo y los proyectos oscilan entre los 225 y los 25.000 euros, según Habitissimo, portal de decoración y reformas. Además, algunos estilos como el natural y el nórdico, el industrial y el retro repiten. Y tiene las puertas abiertas la tendencia green, esto es, "la creciente preocupación por el medio ambiente y el uso de materiales reciclados como el plástico, el vidrio o el corcho", explica el departamento de decoración de la agencia inmobiliaria Nova te Asesora.
QUÉ SE VA A LLEVAR. La moda de no esconder nada para que las casas sean un reflejo de la vida cotidiana de sus moradores se acentúa. "Hemos pasado de la casa compartimentada a la casa-nave donde todo está a la vista y donde todo se comparte. El verdadero lujo es el espacio, y cuanto más haya (o la sensación de él), mejor", recomienda Enric Pastor, director de AD España, revista de decoración, arquitectura, arte y diseño. En las reformas se tiende a unificar habitaciones y se eliminan tabiques en busca de luz natural y espacios muy funcionales.
Una tendencia clara en el diseño de interiores es el uso de la madera natural con tratamientos ecológicos. "Hubo un tiempo en que se buscaba sin imperfecciones, pero hoy en día arquitectos e interioristas se decantan por la búsqueda de la madera en su estado más natural, donde se aprecie su fibra e incluso los nudos", detalla Isabel María Llorente, una de las fundadoras de la plataforma Maderea. El pino y el roble son las especies que más se emplean para interiores.
Por su parte, Enric Pastor cree que ha llegado la hora de apostar por mármoles y demás piedras (malaquita, onix), así como por panelados de madera, papeles pintados con acabados artesanales y pinturas especiales (vuelven las tonalidades pastel). "Los decoradores dicen que son materiales naturales, que tienen poesía y son únicos. No hay un mármol o una veta de madera igual a otra", comenta.
Los interioristas se decantan por la madera en su estado más natural, con sus imperfecciones
VESTIR SUELOS Y PAREDES. Además de la madera y el mármol, las baldosas cerámicas que imitan este y otros materiales naturales como la piedra seguirán vigentes. También las baldosas hidráulicas a modo de alfombra o para delimitar zonas. Las mejoras en la tecnología de impresión digital cerámica que emulan cualquier acabado con infinidad de diseños y adaptables a cualquier estancia han terminado por conquistar los interiores, explican en la Asociación Española de Fabricantes de Azulejos y Pavimentos Cerámicos (Ascer).
Al margen del material, lo que más gusta al propietario de vivienda son los suelos que no requieren obra para su instalación.Los de terrazo típicos de los años 80 y 90 vuelven a ser tendencia. "Ya se han visto en la tienda Valentino de Nueva York o en proyectos de reforma donde se apuesta por una estética más ecléctica".
Los que se decanten por el estilo industrial tienen que hacer acopio de hormigón y cemento pulido tanto en suelos como en paredes. O de papeles que recreen esas texturas para los presupuestos más bajos. No hay que perder de vista el corcho. "Es un material menos conocido, pero ofrece soluciones muy interesantes en cocinas y baños por su resistencia al desgaste, el impacto y los arañazos y al no absorber polvo ni suciedad, es un material hipoalergénico, muy apto para asmáticos y alérgicos.
En cocinas es tendencia absoluta revestir las paredes con vidrios lacados como los de la firma Lacobel y que sean de colores claros. Además, son resistentes y limpios, indica González-Barros.
La iluminación supone el 40% del confort de un espacio
No pierde su protagonismo el papel pintado, que se vuelve más colorido y con estampados tropicales. Para los más atrevidos están los "papeles que imitan el desgastado, rotos de forma ficticia, rasgados, y con referencias a lo natural". Lo más novedoso es el uso de papeles vinílicos tanto en paredes como en suelos, e incluso dentro del baño. "Firmas como Vescom, Inkiostro Blanco, o Momenti desarrollan impresión en vinilo para crear atmósferas increíbles en estas estancias de la casa. Lo ideal es combinar paredes desnudas con una con vinilo, con acabados en lino o seda", recomienda González-Barros.
ENTRE LO FUNCIONAL Y LO 'VINTAGE'. Los muebles siguen siendo ligeros y versátiles para no cargar el ambiente. "El mimbre y el ratán ya no están solo en el mobiliario exterior y entran en el salón".
Prima que sean funcionales y modulares: asientos que sirven para almacenar, mesas plegables y lámparas flexibles. Nada tiene ya una única función dentro de la casa. "El mobiliario modular y combinable será el favorito por las marcas", argumentan en el portal de decoración.
Hay otra corriente y es la de apostar por los muebles vintage, "sobre todo los nacidos en los años 50 y 60; van a estar ahí siempre. Son piezas que ayudan a que la casa tenga una atmósfera cálida, amable y divertida. Hablo de sillas, aparadores y mesas. En sofás y butacas es mejor apostar por diseños contemporáneos, más cómodos, adaptados al cuerpo y de formato XXL. Los mejores son los diseñados por Patricia Urquiola, Jasper Morrison o Antonio Citterio", dice Pastor.
A la hora de iluminar no hay duda: la luz cálida es la reina y si es baja mejor (puntos de luz en la pared combinados con lámparas de pie y de mesa). "La iluminación supone un 40% del confort de un espacio y merece dedicarle tiempo. Afortunadamente los halógenos han dejado de fabricarse y es el momento de sustituirlos por luminarias que ofrezcan una luz indirecta, más difusa", explica Pastor.
COCINAS VIVIDAS. En la cocina se sustituyen los grandes armarios lineales por baldas ligeras que muestran los utensilios. El aspecto ordenado y vacío de estos espacios desaparece en favor de cocinas más reales y cálidas. Los botes de cristal y las ollas salen de los armarios y se colocan alfombras, mesas grandes, cojines y sillas de comedor.
"Se siguen llevando las cocinas casi integradas en los salones y separadas por amplias correderas de cristal que van del suelo al techo para poder cerrar cuando se busque delimitar una estancia".
La inversión media en proyectos de decoración y reforma se ha situado en los 4.000 euros durante este año. En ese presupuesto se incluye el cambio de suelo, pintura, puertas y ventanas y los honorarios (15%) del decorador. El precio suele estar entre los 25 euros y los 75 euros por metro cuadrado, dependiendo de si es un proyecto simple de amueblamiento o incluye el cambio de distribución e instalaciones (tabiquería, obras, climatización...), dicen en el portal.